Artículo | 06 Dic, 2011

La protección de la naturaleza tiene sentido: UICN y Rio Tinto evalúan los costos y beneficios de la conservación

Un nuevo estudio realizado por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) muestra que las empresas pueden compensar los efectos negativos de sus operaciones y generar importantes beneficios económicos mediante la financiación de la restauración o de la protección de áreas naturales. Sin embargo, las necesidades de las comunidades locales deben ser debidamente tenidas en cuenta.

"Las empresas están cada vez más interesadas en minimizar y compensar los impactos negativos de sus proyectos de desarrollo", afirma Nathalie Olsen, del Programa de Economía de la UICN y autora principal del informe. "La información sobre la distribución de los costos y beneficios derivados de las acciones de conservación, como por ejemplo, quién gana y quién pierde, es esencial para saber quiénes deben recibir compensación, quién debe pagarla y por qué importes.”

Rio Tinto encargó recientemente a la UICN una estimación del valor monetario del beneficio que representa para la biodiversidad la conservación del bosque de Tsitongambarika en Madagascar, y un examen de los costes de dicha conservación.

Dadas sus actividades mineras en la región, Rio Tinto, en colaboración con algunos de sus socios en materia de biodiversidad, está explorando diversas modalidades de conservación ambiental encaminadas a compensar los inevitables impactos residuales de sus actividades. Rio Tinto apoya a organizaciones no gubernamentales y a comunidades locales con miras a la conservación de partes del bosque de Tsitongambarika, con el fin de realizar las ganancias de conservación necesarias para alcanzar un impacto neto positivo sobre la biodiversidad en esta actividad.

"Hay muchos tipos de valores asociados a la biodiversidad y los servicios prestados por los bosques tropicales, tales como alimentos, hábitats de vida silvestre y almacenamiento de carbono", afirma Dennis Hosack, del Programa Empresas y Biodiversidad de la UICN. “Algunos de estos valores pueden ser cuantificados y expresados en términos monetarios, lo que permite integrarlos mejor en la toma de decisiones gubernamentales y empresariales”.

"Por ejemplo, hemos encontrado que los beneficios económicos globales de la conservación del bosque de Tsitongambarika ascienden a por lo menos USD17,3 millones en un período de 30 años, debido principalmente a sus funciones de regulación climática”, puntualiza Natalie Olsen. “Al decidir si restaurar o proteger un territorio, demostrar el valor económico positivo de la naturaleza y los beneficios para las poblaciones, hace que la opción sea más competitiva."

El bosque de Tsitongambarika es la mayor extensión de bosques húmedos tropicales de planicie del sur de Madagascar. Contiene altos niveles de biodiversidad, con más de un 80% de especies que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo.También es una fuente importante de medios de subsistencia locales. Sin embargo, el bosque está desapareciendo a un ritmo de 1-2% anual, debido principalmente a la agricultura migratoria practicada por las comunidades pobres.

Al evaluar los beneficios de la conservación del bosque, la UICN tomó en cuenta el valor de los hábitats de vida silvestre, la regulación hidrológica y el almacenamiento de carbono, y examinó asimismo los costes de conservación, tales como la inversión inicial, el mantenimiento de las áreas protegidas, y los costes de oportunidad para la población local si pierde acceso a recursos naturales que les han proporcionado tradicionalmente alimentos e ingresos.

El estudio determinó que mientras los importantes beneficios económicos asociados a la conservación de los bosques tropicales se hacen sentir a nivel mundial, son a menudo las poblaciones locales las que asumen la mayor parte de los costos derivados de las acciones de conservación y deben recibir compensación por las pérdidas que sufren. Esto se puede realizar mediante pagos por servicios ambientales, que ofrecen incentivos a las comunidades locales para proteger y gestionar las tierras de forma sostenible. El Programa de Naciones Unidas de Reducción de las Emisiones Derivadas de la Deforestación y la Degradación Forestal (REDD+) constituye otra manera de reconocer dichos valores, teniendo en cuenta los objetivos de las estrategias nacionales.

“Si bien el estudio se centra en el sur de Madagascar, sus conclusiones pueden aplicarse a otras acciones de conservación a nivel mundial y son relevantes para numerosas compañías que aspiran cada vez más a compensar sus impactos negativos sobre la biodiversidad,” afirma Hosack.

Para leer el informe pulse aquí : https://www.iucn.org/dbtw-wpd/edocs/2011-062-Es.pdf 

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