Blog | 12 Abr, 2024

Hacia un nuevo paradigma de conservación: el potencial transformador de las OMEC

Reconfigurando la Estrategia Global para la Biodiversidad en la Era del Antropoceno. 

En un momento crucial para nuestro planeta, donde las actividades humanas han llevado a la Tierra a un nuevo periodo geológico conocido como el Antropoceno, la necesidad de repensar nuestras estrategias de conservación se ha vuelto más imperativa que nunca. El año 2023 se marcó como el más caliente en los últimos 100,000 años, un recordatorio alarmante de los retos climáticos inminentes. Este contexto nos impulsa a adoptar medidas urgentes y efectivas para preservar la biodiversidad y los servicios ecosistémicos que sostienen la vida en nuestro planeta. 

La declaración y creación de áreas protegidas ha sido una estrategia central en los esfuerzos de conservación. Sin embargo, la efectividad de estas áreas depende no solo de su existencia sino de la disponibilidad de recursos técnicos y financieros para su gestión y manejo, la integración con las comunidades locales y su conexión en redes ecológicas que fortalezcan la resiliencia de los ecosistemas ante desafíos como el cambio climático, las especies invasoras y las actividades humanas destructivas. 

En este contexto emergen las Otras Medidas Efectivas de Conservación Basadas en Áreas (OMEC), un concepto introducido en el Marco Mundial para la Biodiversidad en 2010 y reforzado en la meta 3 del nuevo Marco Global de Biodiversidad para 2030. Las OMEC son una ampliación del paradigma de conservación, reconociendo que existen otras estrategias además de las áreas protegidas, gestionadas directa o indirectamente para conservar la biodiversidad y valores culturales, espirituales y socioeconómicos relevantes para las comunidades locales. 

Estos sitios pueden adoptar diversas formas de gobernanza y gestión, incluyendo territorios indígenas, zonas de uso sostenible y áreas de conservación comunitaria, entre otras. Lo esencial es que cumplen con criterios específicos que garantizan su contribución a la conservación de la biodiversidad: ubicación claramente definida con valores importantes de biodiversidad, objetivos claros, gobernanza equitativa, participativa y legítima, y gestión efectiva y adaptativa que asegure resultados positivos y duraderos para la conservación de la biodiversidad. 

Las OMEC ofrecen beneficios significativos, en términos de gobernanza y participación, en el reconocimiento de la diversidad de actores en la conservación, y la promoción de la conservación integrada al desarrollo sostenible y como consecuencia se amplía la superficie de gestión y conservación de la naturaleza. Sin embargo, se enfrentan otros desafíos como el riesgo de ser utilizadas para cumplir metas cuantitativas, reemplazar declaratorias de áreas protegidas por estas figuras, o ser utilizadas como herramientas de "lavado de imagen ecológica". Por lo tanto, es crucial que su implementación sea participativa, transparente y respetuosa con los principios del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) y de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y que se respeten las formas de gobernanza existentes. 

Para asegurar que un sitio sea reconocido como OMEC, se sigue un proceso de identificación, reconocimiento y reporte basado en los criterios del CDB y las directrices de la UICN, involucrando a diversos actores. Este proceso busca no solo el reconocimiento de los esfuerzos de conservación de estos sitios sino también fomentar la mejora continua y el aprendizaje colectivo en materia de conservación. 

A medida que avanzamos hacia 2030, las OMEC representan una oportunidad sin precedentes para reconfigurar nuestro enfoque hacia la conservación de la biodiversidad, integrando esfuerzos globales con las realidades locales y reconociendo la complejidad y diversidad de los sistemas naturales y humanos. Su implementación efectiva podría marcar la diferencia en la preservación del patrimonio natural para las futuras generaciones. 

Este enfoque holístico y adaptativo hacia la conservación refleja una comprensión profunda de nuestra interdependencia con el mundo natural, subrayando la importancia de abordar la crisis de biodiversidad con soluciones que sean inclusivas, equitativas y basadas en la colaboración de todos los sectores de la sociedad. 

Proceso de identificación OMEC comunidades Awa de Colombia y Ecuador, Nariño, ColombiaPhoto: Leonardo Parra

Las OMEC ofrecen un medio para expandir las áreas dedicadas a la conservación más allá de los límites tradicionales de las áreas protegidas, y reconocen el papel vital de las comunidades locales, los pueblos indígenas y otros actores en la gestión y conservación de la biodiversidad. Al valorar y apoyar estas medidas, estamos fomentando un modelo de conservación que respeta los conocimientos tradicionales y promueve prácticas sostenibles que pueden coexistir con los objetivos de conservación. 

El reconocimiento de las OMEC también implica un compromiso con la mejora continua y la adaptabilidad, entendiendo que la conservación es un proceso dinámico que debe responder a los cambios ecológicos, sociales y económicos. La participación de una amplia gama de actores en el proceso de evaluación y reconocimiento asegura que las OMEC reflejen las necesidades aprendizaje y aspiraciones de las comunidades locales, a la vez que cumplen con estándares internacionales de conservación. 

Para lograr un impacto significativo en la conservación de la biodiversidad, es esencial integrar las OMEC en las estrategias nacionales e internacionales de biodiversidad, garantizando que reciban el apoyo necesario para su implementación y gestión efectiva. Esto incluye proporcionar recursos financieros, técnicos y políticos que empoderen a las comunidades locales y faciliten la cooperación entre diferentes niveles de gobernanza. 

Finalmente, las OMEC representan un componente crítico de nuestras opciones para combatir la pérdida de biodiversidad y enfrentar los desafíos del Antropoceno. Su enfoque inclusivo y flexible ofrece nuevas posibilidades para la conservación, promoviendo la integración de la biodiversidad en el tejido de nuestras sociedades y economías. Al abrazar el potencial transformador de las OMEC, podemos avanzar hacia un futuro donde la convivencia armónica entre los seres humanos y la naturaleza sea no solo posible, sino floreciente y debidamente reconocido. 

Referencias:
  • Grupo de Especialistas sobre OMEC de la UICN-CMAP (2021). Reconocimiento y reporte de otras medidas efectivas de conservación basadas en áreas. Gland, Suiza: UICN. 
  • Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). (2016). Nuevo informe del PNUMA: El Estado de la diversidad biológica en la región. Recuperado de https://www.unep.org/node/20557 

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