Livingston, Guatemala, 09 de agosto, 2022 (UICN). César, un joven de 22 años, encontró en el Proyecto Regional de Biodiversidad Costera, de USAID, una oportunidad para fortalecer su autoestima, certificarse como Guía Turístico Comunitario y encontrar un empleo en Livingston, su lugar de origen.

A los 18 años, César se vio obligado a dejar la universidad, por una situación familiar que le impidió continuar sus estudios y que le llevó a emprender la búsqueda de mejores condiciones de vida, fuera de su departamento, Izabal, para tratar de apoyar económicamente a su madre y sus cinco hermanos.

Fue así como migró al Lago Atitlán para trabajar como ayudante de carnicero. Largas jornadas y condiciones laborales poco favorables, le hicieron pensar en migrar a Estados Unidos. Sin embargo, antes decidió probar suerte en Ciudad de Guatemala.

César buscó y buscó empleo sin éxito. Incluso fue víctima de asalto. Tras un año fuera, regresó a su casa sintiendo que había fracasado. Entonces, la pandemia por la Covid-19 agravó la ya difícil situación que afrontaba su hogar.

Se sentía frustrado y estaba deprimido. Pero sería en ese contexto que la oportunidad tocaría a su puerta. César fue convocado para capacitarse como Guía Turístico Comunitario, gracias a una alianza entre Biodiversidad Costera y el Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT).

Él fue uno de los 14 jóvenes que logró concluir con éxito el programa y certificarse. Esto a pesar de que las tormentas Eta e Iota, que azotaron el Caribe de Guatemala en 2020, afectaron el desarrollo de las clases.

Aún con asombro recuerda que la primera clase fue sobre dignidad humana. “Aprendí que todos somos dignos”. “Sentí que en algún momento iba a acceder a un empleo”. A partir de ahí, César supo su valor y dice con orgullo que “Atitlán y la Ciudad se lo perdieron”.

“El primer día del curso empecé a levantarme. Ese día me sentí tomado en cuenta, importante, porque si no tienes universidad, es como que no tienes el valor suficiente para competir, máxime acá en Livingston, donde los negocios y la oferta laboral es muy limitada, mucho más que en otros municipios, porque estamos aislados”.

Hoy, César forma parte del directorio de guías turísticos comunitarios del INGUAT, medio por el que ya ha sido contratado para facilitar tours, y está a punto de cumplir un año en su posición como técnico de la Asociación Multicultural de Mujeres para el Desarrollo Integral y Sostenible (AMMUDIS), organización a la que el proyecto también apoya con capital semilla y fortalecimiento de capacidades, a través de su Programa de Pequeñas Donaciones.

“Siempre es bueno reflexionar cómo crecemos como personas y cómo podemos mejorar gracias a este tipo de proyectos. Ahora soy técnico de una organización y guía de turistas. Tengo dos fuentes de ingreso. Es increíble y se siente emocionante que alguien crea en ti. Me ganó Izabal. Yo no creí que aquí estuviera mi oportunidad”.

Las oportunidades que encontró César en el proyecto le han permitido ayudar a su familia y le motivaron a ser un agente de cambio. Además, le concederán cumplir su sueño: “el otro año voy por la universidad”.

Biodiversidad Costera es una iniciativa liderada por la UICN, en consorcio con Goal y cuatro socios locales, que se ejecuta en tres sitios de alta biodiversidad de Centroamérica, con el apoyo de USAID.

Más información:

Evelyn Vargas

Especialista en comunicación

Proyecto Regional de Biodiversidad Costera

UICN

evelyn.vargas@iucn.org

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