Press release | 02 Aug, 2009

Sin habitat, no hay mamíferos

La Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) presentó el miércoles los resultados preliminares de la Lista Roja de Mamíferos mediterráneos en peligro de extinción

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Photo: Antonio Rivas / Iberian Lynx Ex-situ Conservation Program

Málaga, España, 31 de octubre de 2007 (UICN) – La degradación y desaparición de hábitats naturales, seguidas del uso de pesticidas y la contaminación, son las dos primeras razones de la desaparición de mamíferos en el Mediterráneo. La tala de árboles, la construcción de presas, y la sobreexplotación también están provocando una pérdida alarmante de estas especies, y se presentan como amenazas mayores según han identificado más de una veintena de expertos internacionales reunidos en el Centro Cívico de la Diputación de Málaga junto al Centro de Cooperación del Mediterráneo (UICN-Med).

Los mamíferos constituyen un eslabón fundamental en la cadena alimenticia, tanto humana como animal, y por tanto son elementales para mantener el equilibrio de los ecosistemas”, menciona Annabelle Cuttelod, Coordinadora de la Lista Roja Mediterránea de UICN. Los murciélagos y las musarañas, que habitan a menudo en árboles de gran tamaño, se alimentan de insectos y pueden ayudar al control de las plagas en agricultura. Las liebres y los conejos sirven de alimento para las águilas y para el propio lince ibérico. Estas especies, y otras como el jabalí o el ciervo, atraen a su vez al turismo y a cazadores, por lo que su pérdida tiene también repercusiones económicas a nivel local.

Cortar un árbol tanto en un parque urbano como en un entorno rural puede provocar la pérdida del hábitat natural de varias especies”, añade Helen Temple, Técnico del Programa de la Lista Roja de UICN. Una política agrícola mal planificada puede significar la segmentación del área natural o ecosistema en el que se alojan varias especies, y puede llegar a causar su casi desaparición, como en el caso del lince ibérico.

El cambio climático también está afectando a la distribución geográfica de las especies. El murciélago mediterráneo ha extendido su área geográfica hacia el norte de Europa, consecuencia del aumento gradual de las temperaturas. Y el topillo también causó una plaga importante en España, debido a las temperaturas templadas y a la ausencia de sus depredadores naturales, las rapaces.

Para las especies marinas, la contaminación por vertidos y por residuos plásticos, así como la muerte por pesca accidental y las colisiones con los barcos se presentan como obstáculos de alto riesgo para su supervivencia, especialmente en un mar cerrado como el Mediterráneo.

Al igual que existen gran variedad de mamíferos y de amenazas, también las soluciones a sus problemas requieren de un abanico de medidas concretas y políticas. El uso de prácticas tradicionales como los muros de piedra en agricultura, la restricción y selección en el uso de pesticidas, o considerar el impacto para la biodiversidad antes de establecer planes de desarrollo o infraestructuras son algunas de las respuestas que pueden ayudar a frenar esta pérdida de especies.

El Mediterráneo, y España en concreto, cuenta con una amplia diversidad de especies de mamíferos, muchas de ellas únicas y conocidas como el lince ibérico o la foca monje, y otras desconocidas en el resto del mundo, como la musaraña ibérica, el desmán de los Pirineos, que vive en ríos y torrentes de la zona, o la liebre de piornal o de Castroviejo, una especie endémica de Galicia que vive tradicionalmente en las laderas montañosas cubiertas de piornos. Y debemos conservarlas.

En el caso de la nutria, cuya población está aumentando, se ha conseguido frenar el ritmo de extinción gracias a una serie de actuaciones que ayudaron a aumentar la calidad del agua, evitando los efectos de la contaminación, y prestando especial atención a la vegetación en la ribera de los ríos. El caso de la cabra montés es otro ejemplo de una clara recuperación, gracias a la implicación activa de la comunidad de cazadores.

La protección de nuestro patrimonio natural es una responsabilidad no sólo de los gobiernos, que deben responder ante la comunidad internacional por permitir la pérdida de una biodiversidad única a nivel mundial, sino de todos.

Los resultados de este trabajo, que constituyen la Lista Roja UICN de Mamíferos en la Cuenca Mediterránea, servirán de herramienta de trabajo para la comunidad política y científica para ayudar a la protección de nuestro patrimonio natural e identificar las prioridades de actuación en materia de conservación de especies en España, y en otros países mediterráneos.

La protección de los hábitats naturales está en la mano de cada uno: protegiendo áreas de especial importancia por sus ecosistemas, pensando dos veces antes de cortar un árbol, evitando el uso de productos químicos y pesticidas, reduciendo al mínimo el vertido de basuras y productos contaminantes en nuestras aguas, y siendo respetuosos con la naturaleza en el ámbito urbano y en el silvestre.