Artículo | 27 Nov, 2018

Intercambio internacional capacita a técnicos, guardarecursos y líderes comunales en restauración ecológica de bosques de manglar

Expertos mexicanos en manejo de manglares visitaron El Salvador para intercambiar experiencias exitosas y capacitar en la recuperación de estos ecosistemas, presentes en el 65% de las costas de 123 países tropicales o subtropicales alrededor del mundo.

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Zulma de Mendoza, coordinadora del proyecto regional de Biodiversidad Costera, destacó la importancia de la restauración de los manglares y su estrecha relación con el desarrollo de las comunidades marino-costeras, como protagonistas de su conservación y su uso sostenible. 

Photo: UICN ORMACC/Evelyn Vargas

San Salvador, 27 de noviembre, 2018 (UICN). Cerca de 40 técnicos, guardarecursos y líderes comunales se capacitaron en recuperación de bosques de manglar, altamente valorados por los bienes y servicios ambientales, sociales y económicos que proveen. La capacitación formó parte del “Intercambio internacional de experiencias en restauración ecológica de manglares”, desarrollado en la zona sur occidental del país.
 
El encuentro fue posible gracias al trabajo conjunto del Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador, del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES) y de la Asociación de Desarrollo Comunal de Mujeres de la Barra de Santiago (AMBAS).
 
A este esfuerzo también se sumaron la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), a través del Proyecto Regional de Biodiversidad Costera.
 
La iniciativa pretendió capacitar, actualizar y fortalecer los conocimientos locales en técnicas, ecológica y socialmente viables, para la restauración de este bosque, lo que podría beneficiar el Área de Conservación Imposible Barra de Santiago, destacada como la principal zona de manglar del Occidente.
 
Los especialistas mexicanos Aníbal Ramírez y Omar Trujillo, de la asociación ReverdeSER, compartieron sus conocimientos sobre diagnóstico, análisis e identificación de zonas potenciales para la restauración ecológica de manglares, ecología de manglares, levantamiento de datos de microtopografía, muestras de suelo y parámetros físico-químicos, entre otros.

Las jornadas de formación se basaron  en  exposiciones y charlas técnicas, acompañadas de visitas a sitios recuperados como el canal El Zaite.
 
“Al incrementar las capacidades de las comunidades en la restauración ecológica de manglares y lograr el uso sustentable de sus servicios ecosistémicos, se podría lograr la conservación del ecosistema a largo plazo”, indicó Karla Evangelista, bióloga de la UNES.
 
El evento se realizó en uno de los humedales icónicos de El Salvador. Ubicado en el departamento de Ahuachapán, entre los municipios de Jujutla, San Francisco Menéndez y el municipio de Acajutla, en el departamento de Sonsonate, se encuentra Barra de Santiago, sitio declarado humedal de importancia internacional por la Convención Ramsar, desde 2014.
 
Su extensión de 11,519 hectáreas de manglar alberga alrededor del 75% de las especies de fauna costera de importancia comercial para El Salvador y forma parte de los denominados manglares del Pacífico Norte de Centroamérica, caracterizados por lluvia abundante y la continuidad de pantanos salobres y dulces.
 
De acuerdo con datos del MARN de 2013, El Salvador ha perdido el 60% de su cobertura de bosques de manglar desde 1950, pasando de 100,000 a cerca de 40,000 hectáreas en la actualidad.
 
Previo al evento, la UNES y líderes locales del Comité Socioambiental de Metalío, con el acompañamiento de los especialistas mexicanos, realizaron un diagnóstico para determinar las acciones de restauración ecológica que se podrían realizar en los manglares del municipio de Acajutla. Esta actividad es parte de un proyecto de restauración de ecosistemas marino-costeros, financiado por FIAES. En la zona también se ejecuta el Proyecto Regional de Biodiversidad Costera.
 
A la cita también acudieron técnicos de organizaciones de Guatemala y estudiantes de biología de la Universidad de El Salvador.