Artículo | 23 Oct, 2023

Efectividad de monitoreo biológico en áreas protegidas de Centroamérica reforzada mediante el uso de cámaras trampa

Personal de áreas protegidas de la región se capacita en el uso de cámaras trampa y sistemas de recolección y análisis de datos para el monitoreo biológico.

El monitoreo de aspectos biológicos y ecológicos en las áreas protegidas es fundamental para evaluar el estado de los ecosistemas y su biodiversidad, ya que permite conocer las poblaciones de las especies, sus hábitats, costumbres y ciclos reproductivos. Los datos obtenidos en campo a través de herramientas tecnológicas como estaciones meteorológicas automatizadas, vehículos aéreos no tripulados o cámaras trampa, son esenciales para estimar la integridad ecológica de un área protegida.

El monitoreo biológico y el análisis e interpretación de sus resultados son también indispensables para evaluar la efectividad del manejo de las áreas protegidas. Esto permite establecer si la conservación de los valores naturales de un área es exitosa, y apoya la toma de decisiones oportunas de manejo y conservación, implementando acciones hacia el manejo adaptativo de las áreas protegidas.

Un aspecto clave para el monitoreo biológico es el estudio de la fauna silvestre a través de la observación directa de las distintas especies clave o emblemáticas en condiciones naturales. No obstante, debido a patrones de conducta de muchas especies, bajas densidades poblacionales, así como su carácter frecuentemente elusivo, resulta difícil — y en ocasiones imposible — monitorear poblaciones animales con métodos tradicionales basados en detecciones visuales directas, o con métodos que involucran la captura, marcaje y radio-seguimiento de individuos, toma de datos biométricos, etc.

Por esta razón, es que recientemente las cámaras trampa se han convertido en una herramienta muy útil para el muestreo y monitoreo de poblaciones de especies de fauna en áreas protegidas. Su instalación es relativamente sencilla y no interfiere con los patrones de conducta de la fauna. Además, la información que se genera a partir de ellas, como la identificación de individuos a través de marcas distintivas en sus cuerpos, permite obtener datos sobre la ecología y la conducta de estas especies lo que conlleva a una mejora en la toma de decisiones para su conservación.

 

Fotografía obtenida mediante una cámara trampa de un puma yaguarundí o gato de monte Fotografía obtenida mediante una cámara trampa de un puma yaguarundí o gato de monte. Su presencia en el ecosistema demuestra una cadena trófica estable ya que este felino es un depredador tope. @UICN Photo: @UICN

 

Centroamérica alberga el 7% de la biodiversidad conocida en el mundo[1], mucha de la cual se concentra en las áreas protegidas que están representadas en los cinco paisajes prioritarios que forman parte del Programa de Biodiversidad Enlazando el Paisaje Centroamericano. Este programa, financiado por el Ministerio de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ, por sus siglas en alemán) a través del Banco de Desarrollo Alemán (KfW, por sus siglas en alemán), e implementado por la UICN, tiene por objetivo la conservación de la biodiversidad y la mejora del grado de conectividad en estos paisajes.

En el marco de este programa, UICN ha fomentado la adopción de herramientas tecnológicas para el monitoreo biológico, entregando equipo especializado como cámaras trampa, binoculares y drones, y fortaleciendo las capacidades para su uso por parte del personal que labora en las áreas protegidas.

En diciembre de 2022 se realizó en la ciudad de San Salvador, El Salvador, un taller regional sobre técnicas de monitoreo biológico en áreas protegidas. El segundo taller regional, llevado a cabo en junio de 2023 en el Parque Nacional Tortuguero, Costa Rica, se enfocó en la herramienta SMART (Spatial Monitoring and Reporting Tool), con la finalidad de fortalecer las capacidades de los guardaparques en la recolección de información durante sus patrullajes y monitoreo.

El tercer taller se llevó a cabo en octubre 2023 en San Salvador, El Salvador, y trató sobre metodologías para el análisis de la información recolectada con cámaras trampa, de tal forma que los guardaparques puedan ordenar, sistematizar y analizar la información que estos instrumentos colectan en campo. También buscó que los funcionarios puedan establecer los índices de población, de distribución y de riqueza de fauna en las áreas protegidas y zonas aledañas.

 

Participante del taller realizando un ejercicio práctico de elaboración de una tabla de frecuencia de especies, utilizando las fotografías de sus cámaras trampa. Participante del taller realizando un ejercicio práctico de elaboración de una tabla de frecuencia de especies, utilizando las fotografías de sus cámaras trampa. Este es uno de los métodos de análisis de abundancia y riqueza de especies que se utiliza en el análisis de estos datos.  Photo: @Milena Berrocal/UICN

 

Durante el año 2024 se continuará con el fortalecimiento de capacidades en monitoreo biológico, prevención y mitigación de incendios forestales. También se elaborarán herramientas e instrumentos de gestión de conocimiento que ayuden a mejorar la efectividad de manejo de estas. Estos esfuerzos están principalmente dirigidos a funcionarios de las áreas protegidas priorizadas por el programa como parte del compromiso adquirido ante el SICA y el KfW en la búsqueda del fortalecimiento técnico y estratégico de las instituciones nacionales y regionales responsables de la gestión de las áreas protegidas.

 


[1] UICN. 2016. Mapa de pueblos indígenas, áreas protegidas y ecosistemas naturales de Centroamérica.