Comunicado de prensa | 21 Mayo, 2012

El saola sigue siendo un misterio 20 años después de su espectacular debut

Dos décadas después del sensacional descubrimiento de una nueva especie de ungulado llamado el saola (Pseudoryx nghetinhensis), este raro animal sigue siendo tan enigmático y esquivo como siempre. El Grupo de Trabajo del Saola (SWG) de la Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN, WWF y la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS) advierten que la especie va rumbo a la extinción debido a la presión de la caza intensiva y la deficiente gestión de las reservas.

El saola, un bovino parecido a un antílope, fue descubierto en 1992 por un equipo del Ministerio de Bosques de Vietnam y WWF que exploraba los bosques de Vu Quang, cerca de la frontera de Vietnam con Laos. El equipo encontró un cráneo con inusuales cuernos largos y rectos en la vivienda de un cazador, y de inmediato supo que se trataba de algo extraordinario. El hallazgo resultó ser el primer mamífero grande nuevo para la ciencia en más de 50 años y uno de los descubrimientos zoológicos más espectaculares del siglo XX.

La dificultad en la detección del animal ha impedido a los científicos hacer una estimación precisa de la población. "En el mejor de los casos podría haber unos doscientos saola", señala William Robichaud, Coordinador del Grupo de Trabajo del Saola de la UICN. "En el peor de los casos, la población actual podría no superar unas pocas decenas".

Veinte años más tarde, aún es poco lo que se sabe acerca de la ecología o el comportamiento del saola. En 2010, los pobladores de la provincia central de Bolikhamxay de Laos capturaron un saola pero el animal murió unos días después. Antes de eso, el último registro confirmado de un saola en estado salvaje se obtuvo de fotos de una cámara trampa tomadas en 1999 en Bolikhamxay.

Aunque el desarrollo está invadiendo el hábitat boscoso del saola, la mayor amenaza proviene de la caza ilegal. Los saola son atrapados en trampas de alambre que los cazadores colocan para capturar otros animales como ciervos sambar (Rusa unicolor), ciervos muntjac (Muntiacus reevesi) y civetas, destinados mayormente al lucrativo comercio de vida silvestre motivado por la demanda de la medicina tradicional en China y los restaurantes y mercados de alimentos en Vietnam y Laos. Desde el descubrimiento del saola, Vietnam y Laos han establecido una red de áreas protegidas en el área de distribución de este mamífero y algunas reservas están adoptando enfoques novedosos para hacer frente a la caza furtiva descontrolada. En la Reserva Natural Saola en la provincia de Thua Thien Hue en Vietnam, un nuevo enfoque hacia la protección conjunta de los bosques está dando resultados positivos. Desde febrero de 2011, el equipo de guardabosques que patrulla la reserva ha eliminado más de 12.500 trampas y cerca de 200 campamentos ilegales de caza y explotación forestal.

"El saola es extremadamente sigiloso y muy pocas veces visto", afirma Nick Cox, Director del Programa de Especies de WWF en el Gran Mekong. "Pese a su restringida área de distribución, ningún científico ha reportado aún el avistamiento de un saola en estado salvaje, y el puñado de saolas que han estado en cautiverio no han sobrevivido".

El saola es un símbolo de la biodiversidad de las montañas Annamite que se extienden a lo largo de la frontera de Vietnam y Laos. Este lugar de situación crítica de la biodiversidad aloja una increíble diversidad de especies raras, muchas de las cuales no se encuentran en ningún otro lugar del planeta. Además del descubrimiento del saola, dos nuevas especies de ciervos, el ciervo muntjac gigante (Muntiacus vuquangensis) y el ciervo muntjac Truong Son (Muntiacus truongsonensis), fueron descubiertas en los escarpados bosques de hoja perenne de las montañas Annamite en 1994 y 1997, respectivamente. Los esfuerzos para salvar el saola han cobrado más urgencia por cuanto en 2011 se confirmó la extinción de otra de las especies emblemáticas de Vietnam, el rinoceronte de Java (Rhinoceros sondaicus annamiticus), tras una infructuosa batalla librada con cazadores furtivos para salvar el último ejemplar.

Si los niveles de caza se reducen significativamente, habría esperanzas para la especie", afirma Chris Hallam, Asesor de Planificación para la Conservación de WCS-Laos. "Esto requerirá dinero para comprar más botas para el patrullaje en las áreas del saola, el desarrollo de incentivos positivos para su conservación y, en última instancia, la reducción de la demanda de carne y productos de animales silvestres. El saola ha llegado a su vigésimo aniversario, pero –a menos que se tomen medidas urgentes– no tendrá muchos aniversarios más".

Cuestiones relacionadas con la supervivencia y la conservación de las especies serán abordadas en el Congreso Mundial de la Naturaleza en Jeju, República de Corea, del 6 al 15 de setiembre de 2012.

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