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Comunicado de prensa | 23 Feb, 2012

El doce por ciento de las especies marinas en el Pacífico Tropical Oriental están amenazadas

El doce por ciento de las especies marinas que están siendo monitoreadas en el Golfo de California, en las costas de Panamá y de Costa Rica, y en las cinco islas y archipiélagos oceánicos del Pacífico tropical Oriental están amenazadas de extinción, según un estudio realizado por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) y sus socios. Las principales amenazas para la flora y la fauna marinas de la región son la pesca excesiva, la pérdida del hábitat y el impacto cada vez mayor de la oscilación del Sur - El Niño.

Lanzado esta semana, este estudio es la primera evaluación disponible de la Lista Roja de Especies AmenazadasMR de la UICN, sobre todas las especies conocidas de peces del área costera, de mamíferos marinos, de tortugas de mar, de pájaros marinos, de corales, de manglares y de pastos marinos, en una importante región biogeográfica marina. El análisis identifica las zonas geográficas específicas en donde los esfuerzos de conservación son más necesitados, entre ellos la desembocadura del Golfo de California y las líneas costeras de Panamá y Costa Rica, al mismo tiempo que identifica la naturaleza y la localización de los peligros más grandes para la vida marina.

“Comprender la vulnerabilidad de las especies ante las amenazas más importantes es esencial para determinar de qué manera las especies y los ambientes marinos pueden responder simultáneamente a una o más amenazas,” dice Beth Polidoro, investigadora asociada de la Unidad marina de la biodiversidad de la UICN, y autora principal del estudio. La “identificación de las especies y de los patrones de amenaza en la región del Pacífico Tropical Oriental puede ayudar a dirigir las prioridades marinas locales y regionales de la conservación de la biodiversidad, así como servir a documentar las políticas.”

En estos últimos años al menos 20 especies marinas se han extinguido en el mundo, y más de 133 poblaciones locales de especies marinas sufren un destino similar. Entre las especies que se cuentan en este grupo se encuentra la desaparición de la Damisela moteada, especie endémica de las Islas Galápagos (Azurina eupalama) durante los acontecimientos de El Niño de los años 1982-1983. Disminuciones drásticas también han sido documentadas a través de varios grupos marinos, incluyendo muchas poblaciones de peces comerciales, peces de arrecifes coralinos, arrecifes de coral, manglares y pastos marinos. Dos peces marinos comerciales, la Totoaba (Totoaba macdonaldi) y el Mero gigante (Stereolepis gigas) fueron considerados como en peligro crítico, cuando fueron considerados comunes anteriormente en las aguas de California meridional y el Golfo de California en México. Ambas especies son extremadamente apetecibles para el consumo humano pero se ha limitado su disponibilidad con respecto a la pesca excesiva severa debido a su gran longevidad y a que las grandes concentraciones que se forman durante el desove son a menudo objetivo de los pescadores, reduciendo así las posibilidades de reconstruir las poblaciones de manera sostenible.

“Salvar a las especies amenazadas es la cosa más importante de todas que podemos hacer para salvaguardar la salud del océano, el cual beneficia a millones de personas que dependen de océanos prósperos y productivos,” dice Scott Henderson, director regional de conservación marina de Conservación Internacional y coautor del estudio. “Este nuevo estudio es un esfuerzo científico monumental que da a los gobiernos y a las organizaciones de apoyo la información necesaria para focalizar los dólares de la conservación en las especies, los lugares y los problemas que más necesitan ayuda.”

Sus hallazgos refuerzan el criterio de que las acciones de conservación son necesarias para las especies marinas y las áreas geográficas donde están mayormente amenazadas. Por ejemplo, la creación de un área protegida marina alrededor de la Isla de Clipperton en el Océano Pacífico Oriental, debe ser una prioridad, pues mantiene una de las proporciones más altas en cuanto a especies amenazadas en el Pacífico Tropical Oriental, y es la única de las cinco islas y archipiélagos oceánicos de la región que carece de una protección gubernamental completa. También, legislación para limitar la tala del manglar en importantes áreas de reproducción pesquera a lo largo de las costas de Costa Rica y de Panamá es vital, según indica este estudio. Además, una mejor recopilación de datos, reportes y monitoreo, tanto de las especies metas como de las capturas incidentales, de las industrias pesqueras debe ser una prioridad urgente para mejorar los esfuerzos de la conservación marina en toda la región.

“Estas son medidas tangibles que podemos tomar para disminuir el riesgo de extinción de las especies en el Pacífico Tropical Oriental,” dice Tom Brooks, científico principal de NatureServe. “Por ejemplo, en cuanto a las pocas especies de la industria pesquera amenazadas, debemos trabajar hacia un mejor manejo tanto a nivel local como regional. Podemos lograr un cambio, pero primero debemos recoger y utilizar datos valiosos disponibles.”

Para mayor información o programar una entrevista, tomar contacto con:

• Maggie Roth, IUCN Media Relations, m +41 22 999 0115, e maggie.roth@iucn.org  
• Lynne Labanne, IUCN Species Programme Communications Officer, t +41 22 999 0153, m +41 79 527 7221, e lynne.labanne@iucn.org
• Camelia Williams, IUCN Species Programme Communications , t +41 22 999 0154, e camellia.williams@iucn.org  
• Kevin Connor, Director de prensa , Conservación internacional, t +1 703 341 2405, e kconnor@conservation.org